El 12 de junio de 2019 será un día histórico para nuestro país. La Corte Constitucional de Ecuador dio paso al matrimonio civil igualitario. Casi 7 años de lucha, después de la presentación de Pamela Troya y Gabriela Correa en el Registro Civil en Quito, ya podemos celebrar este importante avance en derechos en Ecuador.
Recordemos que somos un Estado laico, esto quiere decir que las creencias religiosas no influyen sobre la política nacional, no somos un Estado eclesiástico, sino civil. Es por esto que todas las consideraciones en contra de la decisión de la Corte Constitucional basadas en alguna religión, no son aplicables a nuestra realidad.
Se escucha también una petición para ir a una consulta popular. Esa opción es inconstitucional. Los derechos humanos no se pueden someter a plebiscitos ni al voto de las mayorías. Es el Estado el obligado a garantizar los derechos de todos sus habitantes, consultar si las parejas del mismo sexo pueden casarse es violentar la libertad de las personas de elegir libre y voluntariamente cómo y con quién desean estar, a quién deciden amar. Imponer, mediante mecanismos de democracia directa, un plan de vida a una población, no sólo es ilegal sino también cruel.
Las familias diversas existimos desde siempre y desde el 2008 ya somos reconocidas en la Constitución de la República (Art. 67). A partir de hoy y de forma progresiva, estas familias empezarán a gozar de la protección del Estado al igual que el resto de parejas y familias: sucesión de bienes, seguridad social, inscripción de hijos y demás beneficios y obligaciones de ley.
Más allá de las consideraciones legales que este tema posee, hay un tema humano que es poco o nada considerado. Las personas LGBTI+ deseamos y necesitamos ser tratadas como el resto de personas. No podemos tener una sociedad inclusiva y equitativa si existimos ciudadanos relegados, tratados como ciudadanos de segunda. Está comprobado que las personas son más productivas y más felices, cuando no tienen que ocultarse ni esconder quiénes son por miedo al rechazo. Muchos no pueden decir abiertamente que aquel amigo o amiga frecuente es en realidad su pareja, su compañero o compañera de vida. Niñas y niños son víctimas de acoso, burlas y maltrato en sus lugares de estudio por tener dos papás o dos mamás.
Ecuador no se destruirá, la familia no se acabará y tampoco se extinguirá la humanidad. Somos el país número 27 en aprobar el matrimonio civil igualitario, la Corte Constitucional al garantizarnos este derecho se acogió a los estándares internacionales de derechos humanos, a los de la CIDH y los establecidos por la CorteIDH en la OC 24/17, basados en los principios de igualdad y no discriminación.
Con la aprobación del matrimonio civil igualitario no cambiará nuestra realidad de la noche a la mañana pero poco a poco evolucionará y lo hará para bien, porque aquellas personas que antes se sentían temerosas, finalmente podrán ser libres y sentirse seguras en sus espacios de convivencia social.
DIANA MALDONADO
Activista de DD.HH., miembro de Matrimonio Civil Igualitario y representante del Observatorio Ecuatoriano de Derechos Humanos, Colectivos y Minorías.
Activista de DD.HH., miembro de Matrimonio Civil Igualitario y representante del Observatorio Ecuatoriano de Derechos Humanos, Colectivos y Minorías.
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