sábado, 5 de febrero de 2022

¡Y... SI ...REALMENTE QUISIERA MORIR!

                                         


Durante el tiempo que llevo en este mundo, he visto como los seres humanos nacemos yo me considero parte de esa maravilla del inicio de la vida, lastimosamente no recuerdo mucho de ese momento, además me ha tocado vivir momentos difíciles en los cuales he visto morir a seres amados, queridos, cercanos, lejanos, amigos, enemigos, etc., y creo que es la parte más complicada de sobrellevar ya que nos han educado para vivir y competir, pero no, para morir.

He visto como sufre una persona con cáncer cuando éste le ataca en su fase final, aquellos desgarradores gritos de dolor son momentos que no le deseo a nadie que los pase, he sido testigo de personas con VIH que han tomado la decisión de no continuar en este mundo, y créanme o no, es algo complicado ver que un ser humano tomó una determinación como esa, la de ya no seguir con su vida, además está la cuestión de pensar cuál será la forma de hacerlo menos dolorosa para sí y para sus familiares, aunque la muerte siempre será muy triste para todo el entorno.

En una oportunidad visité a un amigo en un hospital de mi ciudad, me habían contado que estaba internado y que no le daban esperanzas, decidí ir a hacer un acto simbólico de despedida, cual fue la sorpresa al verlo postrado en una cama con esa mirada decidida a no continuar, con muy poca carne pegada a sus huesos, no sé cómo me reconoció creo que jamás perdió la cordura, vi como de sus ojos brotaron algunas lágrimas como diciendo gracias por haber venido, inicie un leve monólogo ya que no aguantaba hablar, en el poco tiempo que lo acompañe me di cuenta que los medicamentos que le daban a diario, los tenía tirados entre todas las sabanas, fue algo muy triste ver como ya había tomado la decisión de morir.

Otra persona que conocí desde antes, mucho antes ya había anunciado que no quería continuar con ese régimen de medicación, el VIH lo tenía cansado, el tener que tomar tanta pastilla diaria no le hacía bien a su cuerpo, a su mente y a su vida, otra persona decía que los efectos secundarios de los medicamentos no los soportaba, en ese momento me di cuenta que ya había tomado la decisión.

Podría llenar hojas contándoles historias de personas, que ya no están con nosotros, que decidieron adelantársenos por motivos muy personales, muchos con conciencia de lo que estaban haciendo, pensando que era lo mejor en ese momento, no sé exactamente que les pasa por la mente como para juzgarlos, no los juzgo, solo los acompaño en la decisión que han tomado sin críticas, sin reproches, más que haciendo acto de presencia, algunos con un discurso de no querer causar más daño…
¿A quién me pregunto?, la mayoría por complicaciones debido al VIH.

Cuando la pandemia dio inicio no te daba tiempo de acompañarlos, ahora con todos los medicamentos a la mano, con una variedad de combinaciones, con mayor conocimiento sobre la infección aún se da el caso que no quieren continuar con nosotros y deciden dejarnos, aduciendo ya no soportan más, pero que los lleva a ese punto es una de las preguntas que me invaden… son tantas cosas, el cerebro es una máquina maravillosa o la puedes usar o te vence, pero analizando un poco veo varias opciones que te llevan a tan visceral decisión.

La soledad, la tristeza por la pérdida de un ser amado, la falta de oportunidades de desarrollo, la discriminación generalizada, aburrimiento, efectos secundarios de los medicamentos, depresión, fatiga, y muchos etc., más, que pueden acechar la mente en un momento determinado.
No les castiguemos, no les reprochemos el por qué tomaron esa decisión, no los cuestionemos, mejor preguntémonos nosotros, que hicimos o que dejamos de hacer para que ellos tomaran tal decisión en su vida, dejémoslos partir.

No los detengamos en su intento, muchos lo lograrán, otros quizá no, estos definitivamente nos darán otra oportunidad de apoyarles más de cerca o de hacerles más fácil su calvario y quizá logremos que cambien de opinión.

Si conoces a una persona con VIH ó cualquier condición de salud en fase terminal, bríndale la mano, no le abandones, no le temas.

Si aduces que eres cristiano, aún más, ayuda de corazón, sin esperar ningúna recompensa ni aplauso.  Dios te lo recompensará o el universo te dará más de lo que has imaginado…

Mientras tanto que yo  imagino un mundo mejor lleno de lo que ahora tan solo se habla en conferencias internacionales… “AMOR”.

Sergio Vásquez Ombres

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