A QUE LOS QUE APARENTAN
Para el ser humano pertenecer a un espacio o grupo social es hoy en día, más que indispensable, una necesidad para que este pueda desenvolverse a cabalidad y así poder demostrarse a si mismo y a los demás las aptitudes que lo hacen único entre el resto.
Como
sabemos, a lo largo del tiempo se han establecido brechas sociales muy
demarcadas que algunos siguen al pie de la letra tomándolas en muchos de
los casos como un estilo propio de vida. Más es ilógico pensar (por lo
menos para mí) que aun se sigan manteniendo este tipo de “diferencias”
entre las personas y muy especialmente en el medio en el cual nos
desenvolvemos.
Si bien es cierto hay personas que gracias a las diferentes oportunidades muy bien aprovechadas que se les han presentado en la vida, han logrado forjar patrimonios que les han permitido ocupar un lugar privilegiado en determinado grupo social; así mismo existen personas que por no desvincularse de determinado círculo presumen de cosas que solo existen en su imaginación, llegando a construir enormes castillos y fortunas que tarde o temprano terminan por desvanecerse y ponen en evidencia la pobreza, pero aquella pobreza humana de los cuales son victimas.
En el medio gay este tipo de situaciones no son la excepción, es muy común escuchar que existen diferencias entre aquellos que “tienen” y aquellos que “no tienen”; francamente es una pena que aun puedan tener una mente tan mezquina y manipulada por sus estúpidos sentidos materialistas. Cuando por ejemplo voy a una disco escucho a mas de uno decir lo que tiene, lo que hace, donde vive, a quién conoce, etc., es decir todo en base a lo que supuestamente ha logrado, ¿logrado?, si es que es así es en base a lo que su familia, ya sea su padre o su madre, han podido lograr trabajando duro muchas de las veces.
Pero ¿de que nos jactamos?, será que somos tan poco capaces de mostrar al resto lo que somos, digo, ya es bastante no poder mostrar tu verdadera cara (el ser gay), para que todavía tengamos que elaborar todo un teatro para que determinado grupo de cabezas huecas no nos desplacen de su circulo. Pero que pasa cuando el teatro se nos cae, mi abuela decía que primero cae el mentiroso que el ladrón, ¿no es peor eso?, ¿no es peor quedar ante los ojos de los que creemos nuestros amigos, como los farsantes más grandes, que a parte de pobres somos idiotas y mentirosos?. En lo particular me he topado con más de uno, que por pretender ser alguien, terminó siendo nada.
Un gay no es más bonito porque tiene dinero, posición o un lugar privilegiado, así como una niña o un niño hetero no es más lindo si goza de la mejor de las fortunas (que no es de ellos), tienen un papito influyente y nunca les falta pantalones Dolce &; Gabbana en el closet; como sabemos este tipo de jóvenes tendrán un futuro forjado por el dinero, pero eso es efímero y terminarán como unos grandes fracasados mendigando algo que nunca supieron dar, cariño y respeto.
La grandeza del ser humano se basa en lo inteligente que puede ser y lo capaz que puede comportarse ante diferentes situaciónes. No podemos negar que el dinero ya no es un complemento es una necesidad y pues con el se vive bien, pero no hagamos que el dinero nos manipule la existencia; creo que vivir de acuerdo a lo que tengo me hace mucho más “rico” que el niño del mercedes 2006. Siempre me ha gustado mostrarme tal como soy, es decir, “mírame este soy yo, no tengo tu pantalones ni tu auto, pero soy como soy y me siento orgulloso de serlo”.
Si bien es cierto hay personas que gracias a las diferentes oportunidades muy bien aprovechadas que se les han presentado en la vida, han logrado forjar patrimonios que les han permitido ocupar un lugar privilegiado en determinado grupo social; así mismo existen personas que por no desvincularse de determinado círculo presumen de cosas que solo existen en su imaginación, llegando a construir enormes castillos y fortunas que tarde o temprano terminan por desvanecerse y ponen en evidencia la pobreza, pero aquella pobreza humana de los cuales son victimas.
En el medio gay este tipo de situaciones no son la excepción, es muy común escuchar que existen diferencias entre aquellos que “tienen” y aquellos que “no tienen”; francamente es una pena que aun puedan tener una mente tan mezquina y manipulada por sus estúpidos sentidos materialistas. Cuando por ejemplo voy a una disco escucho a mas de uno decir lo que tiene, lo que hace, donde vive, a quién conoce, etc., es decir todo en base a lo que supuestamente ha logrado, ¿logrado?, si es que es así es en base a lo que su familia, ya sea su padre o su madre, han podido lograr trabajando duro muchas de las veces.
Pero ¿de que nos jactamos?, será que somos tan poco capaces de mostrar al resto lo que somos, digo, ya es bastante no poder mostrar tu verdadera cara (el ser gay), para que todavía tengamos que elaborar todo un teatro para que determinado grupo de cabezas huecas no nos desplacen de su circulo. Pero que pasa cuando el teatro se nos cae, mi abuela decía que primero cae el mentiroso que el ladrón, ¿no es peor eso?, ¿no es peor quedar ante los ojos de los que creemos nuestros amigos, como los farsantes más grandes, que a parte de pobres somos idiotas y mentirosos?. En lo particular me he topado con más de uno, que por pretender ser alguien, terminó siendo nada.
Un gay no es más bonito porque tiene dinero, posición o un lugar privilegiado, así como una niña o un niño hetero no es más lindo si goza de la mejor de las fortunas (que no es de ellos), tienen un papito influyente y nunca les falta pantalones Dolce &; Gabbana en el closet; como sabemos este tipo de jóvenes tendrán un futuro forjado por el dinero, pero eso es efímero y terminarán como unos grandes fracasados mendigando algo que nunca supieron dar, cariño y respeto.
La grandeza del ser humano se basa en lo inteligente que puede ser y lo capaz que puede comportarse ante diferentes situaciónes. No podemos negar que el dinero ya no es un complemento es una necesidad y pues con el se vive bien, pero no hagamos que el dinero nos manipule la existencia; creo que vivir de acuerdo a lo que tengo me hace mucho más “rico” que el niño del mercedes 2006. Siempre me ha gustado mostrarme tal como soy, es decir, “mírame este soy yo, no tengo tu pantalones ni tu auto, pero soy como soy y me siento orgulloso de serlo”.
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