LA COMUNIDAD GLBT,
EN UNA LUCHA DIARIA POR MÁS LIBERTAD Y RESPETO
MIENTRAS DE ESTA COMUNIDAD DICEN QUE SI BIEN LA NORMA ESTA EN EL PAPEL, LA SOCIEDAD NO LOGRA ACEPTARLOS.
Un informe, publicado a mediados de mayo pasado, reveló que 11 países de América Latina y el Caribe aún tipifican como delito la homosexualidad. En algunos países, como el Ecuador, existen avances en la elaboración de un sistema legal de protección; sin embargo, no hay políticas públicas que garanticen su ejecución.
En la Constitución de 1998, el país garantizaba la igualdad de todas las personas sin importar su orientación sexual. Y la actual Constitución se dio un paso más al permitir la unión de hecho entre dos personas, sin especificar su género, con los mismos derechos que un matrimonio.
Sin embargo, para algunos miembros de la comunidad GLBT (gays, lesbianas, bisexuales, travestis, transexuales y transgéneros) las cosas no han cambiado y siguen siendo víctimas de actitudes homofóbicas que les limitan para lograr una verdadera libertad.
Según Dolores S., quien decidió asumir su lesbianismo hace una década cuando tenía 25 años, “el papel aguanta todo pero en Ecuador aún existe discriminación a nivel social hacia quienes tienen una opción sexual diferente”.
La mujer, quien se desempeña como arquitecta, sufrió la discriminación en carne propia. “Trabajaba en una empresa privada. A una de las primeras personas que conté mi situación fue a mi jefa, a quien consideraba mi amiga.
Al poco tiempo de la revelación, se produjo una reestructuración interna y mi cargo sobraba en la compañía”, manifestó.
LOS HOMOSEXUALES NO QUEREMOS QUE NOSTRATEN DE FORMA ESPECIAL. SOMOS SERES HUMANOS COMPETOS.
DANIEL MORENO
En tanto, Daniel Moreno, director de Dionisios Café (un sitio que ofrece shows de drag queen en Quito), consideró que uno de los mayores problemas se produce precisamente al interior del movimiento. “Si los GLBT no nos informamos de las leyes que nos protegen, ¿cómo reclamamos nuestros derechos y asumimos nuestra libertad?, cuestionó.
Moreno consideró que mientras sigan apareciendo como referentes de la opinión pública políticos, que tratan a los homosexuales como “los rosas o las locas”, seguirá existiendo espacio para la intolerancia.
Sin embargo, tanto Dolores como Daniel, a pesar de lo frágil de las normas que los protegen, se han forjado espacios para ejercer su libertad.
Daniel es un drag queen quien interpreta a Sarahí Baso, una mujer que en el escenario de Dionisios denuncia las injusticias sociales, pero resalta la bondad del ser humano.
“Sarahí ha logrado en minutos lo que muchos no han logrado en años que en un mismo lugar homosexuales y heterosexuales rían, lloren y entiendan que pueden vivir respetándose y lolerándose”, selaló Moreno. (CRR).
Tomado del periódico “Hoy”. Lunes 7 de Junio del 2010
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