Quito mi ciudad franciscana y pacata,
de falda larga de paño
con ligeros de encaje y entrañas de fuego,
con un guagua a cuestas y héroes muertos por amantes…
Que te pones gafas oscuras,
para no mirar tus harapos de mendigos;
eres quisquillosa con los que son diferentes
Tu, la ciudad de chullas de frac y carishinas de alta sociedad,
que no permite que sus hombres se volteen;
ni tocar la cara de otro hombre con sensualidad,
pensando el que dirá la sociedad…
Quito, nombre de chico cuando te conviene,
para ser amante de un Ruco Pichincha,
re recuestas y prendes tu cuerpo de luces,
te entregas en la oscuridad y te abres de nalgas para ser poseído por el Ruco
y miles de personas se convierten en esperma que deambulan por tus entrañas;
y es por eso que una vez al año te vistes de viuda,
con ganas de cobrar caridad al que quiera pasar por tus calles…
Te tuerces, te afeminas y echas plumas toda la noche,
tratando de provocar a otros hombres que pasan por ahí,
pero cuando el calor de la ceniza se termina
y la basura invade tus calles como vomito,
abres tus ojos llenos de culpa,
pero la resaca no duele la cabeza,
sin el alma al recordar.
Tu alma llena esta de chuchaqui moral,
por haber permitido que tus hombres se travistan
y terminen empapados de perfume barato
y saliva ajena de un buen amigo, casi hermano, casi amante…
Quieres otro trago, para entrar en transe y olvidarte de ti,
pero ya no es lo mismo,
el sol ha matado la magia de tu vestido negro de noche.
Limpias tus culpas en la misa del Divino Niño,
vuelves a ser la curuchupa, la franciscana…
tu cuerpo recostado ha crecido de norte a su sur,
has parido nuevos barrios,
ya no eres la niña que estaba limitada por quebradas,
has empezado a engordar,
te ensanchas día a día,
estás a punto de reventar,
tus débiles calles como arterias ya no soporta más…
por más que te maquilles,
no lo puedes negar,
los años se reflejan en tus esquinas vacías,
¿Dónde están los niños que jugando con canicas de cristal y trompos de guayacán;
ya no escuchas a los jóvenes bohemios y serenatas quiteñas?...
Pero dentro de tus entrañas fluye sangre nueva que te mira de otra manera;
Quito la liberal, la de la diversidad, la pluricultural, la comelona, la sexual,
la religiosa, la artesana, la que se quiere recuperar del olvido,
la que no tiene miedo a mirar de su dualidad,
despierta Quito fumador pasivo,
jóvenes valles te rodean y te desean
“porque gallina vieja da buen caldo”,
tu antigüedad te da un aire de sabiduría ancestral;
mírate puedes avanzar, quiero que mis sobrinos
y sus hijos te conozcan no como la antes, sino la que puede mejorar,
la que supera sus traumas egoístas,
sus tabúes sexuales,
sus medios y homofobias.
Daniel Moreno
Tomado del libro KITUS DRAG QUEEN
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