lunes, 10 de febrero de 2020

AMANDA TIENE DOS PAPÁS




Miguel y Gabriel, de 32 y 42 años, tienen una sólida relación de pareja, y desde antes de conocerse habían soñado ser padres. “Yo siempre tuve ganas de ser papá, pero era inicialmente un deseo, mas no algo que realmente pensara que podía suceder”, explica Miguel.

“Tras algunos años de estar juntos, nos dimos cuenta de que ampos  teníamos esas ganas y por eso optamos por ser papás.” Cuando sintieron  que estaban listos para ser padres, exploraron la opción de adopción y la de la paternidad subrogada. Durante varios años buscaron información en Estados Unidos, México y la India.

Gabriel recuerda que uno de los principales retos fue el cambio repentino de la legislación en los países que consideraron como opción. “En la India, que era uno de los lugares donde nosotros sabíamos que ya era posible, pero hubo una prohibición cuando quisimos empezar el proceso. En Jalisco, México, inicialmente se podía pero luego también se prohibió la paternidad subrogada”. Finalmente, Colombia fue el país en el que encontraron una clínica que les prestó todas las facilidades, por lo que decidieron hacer el proceso allá.  Afortunadamente, la familia de ambos les apoyó mucho. La hermana de Miguel se ofreció a ser la madre gestante, en tanto que una sobrina donó los óvulos  para la fertilización.

Cuando tuvieron que buscar una guardería para Amanda, fue necesario explorar varias opciones. Gabriel cuenta que en una de las guarderías les dijeron “ustedes son bienvenidos pero deben saber que aquí leemos la biblia y les enseñamos a los niños a rezar. Entonces preguntamos - ¿Qué harán si la niña pregunta si su familia está bien o mal? Nos respondieron “Vamos a decirle lo que dice la biblia”. Este tipo de situaciones ser repitió hasta que dieron con una guardería en la que les dijeron que es importante que las niñas y los niños aprendan sobre la diversidad.

Ambos manifiestan sentirse felices por los avances que el Ecuador ha tenido recientemente en materia de derechos LGBTI. “Nunca pensamos que el reconocimiento de familias homoparentales y del matrimonio igualitario se iba a dar tan pronto. Miguel y yo nos lanzamos a un terreno incierto, porque estos avances surgieron después de que nosotros formamos nuestra familia”.

A pesar del que consideran que Ecuador va por buen camino en términos de reconocimiento de derechos LGBTI, siguen prefiriendo mantener un perfil bajo para prevenir cualquier situación de discriminación que pudiera sufrir Amanda. “Nosotros no ocultamos nuestra orientación sexual, todo nuestro círculo familiar, laboral y social sabe que Miguel y yo somos pareja, pero tampoco queremos ser públicos por la seguridad de nuestra hija. No queremos que Amanda sea señalada por tener dos papás y se siena vulnerable”.

Miguel, en relación al rol que juegan frente a otras parejas del mismo sexo que quisieran ser madres o padres, opina que “las personas tienen que buscar su felicidad, y si su felicidad está en tener una familia, pues les animamos a que lo luche, a que lo hagan. Es una experiencia maravillosa.

Rafael Garrido Álvarez.
Redacción Max
FUENTE: MAX REVISTA,  Nov, 2019 - # 19 , Pag. 6


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